Jesús Emmanuel, de 25 años, acusado sin éxito de operar recursos del Cártel Santa Rosa de Lima, fue presentado como coautor de la masacre en el anexo “Buscando el camino a mi recuperación” en la comunidad de Arandas en Irapuato.
Guanajuato, 9 de julio (PopLab).– En menos de un mes, Jesús Emmanuel N. ha sido acusado por la Fiscalía General del Estado no sólo de formar parte del Cártel Santa Rosa de Lima, sino de realizar actividades de muy distinta índole para este grupo delictivo: fungir como uno de los operadores financieros del grupo criminal, y también un sicario que presuntamente cumplió con un ominoso encargo: el de participar en la mortal incursión al anexo “Buscando el camino a mi recuperación” en la comunidad de Arandas en Irapuato.
Este mismo hombre de 25 años de edad, cuyos abogados defensores han presentado como un barbero y estilista de oficio, lo mismo manejaría fondos del grupo liderado por José Antonio Yépez, “El Marro”, que ejecuta operativos de alta envergadura como el golpe asestado en el anexo de Arandas, donde junto con otros dos habría asesinado a 27 de los internos que se rehabilitaban de diversas adicciones en el lugar.
Al menos, estas son las dos acusaciones que formalmente le ha imputado la Fiscalía General del Estado a Jesús Emmanuel. La primera el 20 de junio pasado, cuando fue detenido junto con María Eva (madre de “El Marro”), Rosalba (prima del mismo), Juana Érika y Marlene en San Isidro de Elguera, en el operativo que, se dijo ese día, se realizó para hacer efectiva una orden de cateo emitida por un juez penal del Poder Judicial del estado.
En ese operativo participaron elementos del Ejército, Guardia Nacional, Agencia de Investigación Criminal y Fuerzas de Seguridad del Estado, con los resultados ampliamente conocidos y que hicieron detonar un escarceo verbal y público entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
El primero expresó sospechas por la actuación del Fiscal Carlos Zamarripa y de la juez. El segundo, los defendió… como siempre.
“Presuntos operadores financieros” del Cártel Santa Rosa de Lima, en posesión de 2 millones de pesos y una cantidad de metanfetamina, fue la acusación que se les hizo a las cinco mujeres y a Jesús Emmanuel, primero ante el ministerio público federal -que se negó a hacer la consignación- y finalmente, por parte del ministerio del fuero común ante una juez penal del estado.
En uno de los recesos de la audiencia que terminó en la liberación de esos cinco detenidos -incluyendo a Jesús Emmanuel- por la posible tortura que habrían infligido alguna de las corporaciones involucradas en su detención, sus defensores describieron a Jesús como a “un joven barbero, peluquero, estilista de hombres” que se encontraba “realizando propiamente sus actividades” ese 20 de junio en una casa de San Isidro de Elguera.
María Eva, Rosalba, Marlene, Juana Érika y Jesús Emmanuel salieron del Cereso de Puentecillas, libres de cargos, el domingo 28 de junio.
Esa noche, uno de sus abogados fue perseguido en su auto por la autopista León-Querétaro; alcanzado a la altura del CRIT en Irapuato, y asesinado de un disparo en la cabeza.
Tres días después de salir libre -de acuerdo con la acusación que ahora le hace la Fiscalía- Jesús Emmanuel presuntamente se habría unido a otros dos integrantes del Cártel Santa Rosa de Lima, Héctor y Óscar Iván, para ejecutar el ataque al anexo “Buscando el camino a mi recuperación” en la comunidad de Arandas, reseñada como la peor masacre producida por la violencia criminal en Guanajuato hasta ahora.
Y entonces, el domingo 5 el hombre ya estaba de nuevo detenido e ingresaba a un Cereso, ahora al de Irapuato.
Esta vez -de nuevo se cita la narración hecha por la Fiscalía del estado en uno de los comunicados que al respecto ha emitido- señalado como uno de los tres sicarios que con toda sangre fría entraron al anexo, sometieron a los ocupantes en la planta baja y en la alta, ordenaron a todos que se tiraran boca abajo en el piso, preguntaron por un supuesto miembro del grupo contrario y luego les dispararon a todos.
“Existen datos fundados que nos permiten suponer que las 3 personas imputadas, pertenecen además a un grupo criminal que opera en la zona Laja-Bajío, lo cual será compartido con las autoridades federales en la materia”, fue algo de lo poco que la Fiscalía general informó en uno de los dos boletines sobre las detenciones, encabezado como “Fiscalía General del Estado esclarece el artero ataque a un anexo en Irapuato. Hay tres detenidos y en próximas horas se realizará su audiencia judicial”.
Pero de los tres detenidos que anunció la Fiscalía general como presuntos responsables de la masacre en el anexo, Jesús Emmanuel fue el único que apareció este miércoles en audiencia ante una juez penal, como acusado de homicidio calificado de 27 personas y tentativa de homicidio de otras seis.
Su defensor es de nueva cuenta el que lo representó en el proceso pasado por el operativo cuyas anomalías permitieron su liberación a fines de junio.
Es el mismo abogado que logró también la liberación de Rodolfo N., padre de “El Marro”, acusado por la propia FGE de robo equiparado de auto.
Esta nueva audiencia se efectuó a través de video. Participaron también asesores jurídicos de las víctimas indirectas -familiares de las víctimas en el anexo de Arandas- de las que muy pocas estuvieron presentes.
Pero la audiencia se interrumpió en el inicio cuando el defensor de Jesús Emmanuel solicitó a la juez un plazo de 24 horas para revisar la carpeta de investigación entregada por la Fiscalía, pues dijo haberla recibido apenas la noche del día anterior y “es muy voluminosa”, argumentó.
El fiscal del caso y los asesores jurídicos no estuvieron de acuerdo y le pidieron a la juez Yolanda Frausto que solamente le concediera tres horas para revisar la carpeta, pero éste decidió concederle un plazo más amplio y citó para reanudarla el jueves por la mañana.
LOS OTROS 2 INCULPADOS, EN EL CEFERESO DE OCAMPO
Sobre los otros dos detenidos nada ha informado la FGE. Ha sido por voz del propio defensor de Jesús Emmanuel como se corroboró que no aparecieron en esta audiencia porque están recluidos en el Centro de reinserción federal 12 en Ocampo, pues fueron acusados de posesión de armas de uso exclusivo del Ejército y drogas.
Aunque ambos también deberán de comparecer ante un juzgado penal del estado por la acusación del homicidio de los 27 internos y de tentativa de homicidio de seis más.
El abogado dijo que mientras Jesús Emmanuel fue detenido en Celaya (aseguró que agentes de la Fiscalía “le sembraron drogas”), los otros dos fueron capturados en Irapuato, supuestamente identificados en fotografías.
El defensor presentó una queja ante la Procuraduría de los derechos humanos del estado “por la actuación de la Fiscalía”, a la que acusó de fabricar pruebas en contra de los tres hombres.
AHORA EN SALAMANCA, UNA COMUNIDAD ENLUTADA
El día miércoles no estuvo exento de sobresaltos y peores escenarios. La comunidad de Los Prietos en Salamanca se vio enlutada por dos ataques que se desarrollaron con menos de una hora de diferencia, en los que siete personas fueron asesinadas.
Las primeras víctimas fueron cuatro hombres que estaban reunidos platicando en el exterior de una casa, entre las calles de Tomasa Esteves e Insurgentes de esa comunidad.
A las 7:40 de la noche, varios vehículos con personas armadas entraron a la comunidad y llegaron hasta el punto de reunión del grupo, donde se detuvieron.
A unos pocos pasos de los cuatro hombres, los sicarios dispararon desde los vehículos.
Tres de ellos no tuvieron oportunidad alguna de correr y cayeron sin vida en la calle. El cuarto alcanzó a huir, pero fue perseguido y alcanzado. Murió en un lote baldío.
En un segundo punto, en el interior de una casa en la calle Guanajuato, tres personas más eran asesinadas de manera similar.
El despliegue de policías y agentes de la Guardia Nacional todavía se encontraba muy cerca de ahí, en el sitio del primer ataque.
Pero eso no importó.